LA "O" CON UN CANUTO

 LA O CON UN CANUTO

ANUNCIAN los partidos políticos que están preparando sus programas—oferta para las próximas elecciones municipales.

Cuanto menos han hecho los grupos, más énfasis ponen en que están realizando tal o cual estudio sobre esta o esa cuestión; lo cual, si ya gobiernan suena a tomadura de pelo (¿por qué no han hecho ya lo que van a prometer?), y si son oposición, pues otro tanto (o el mismo tanto) ya que es de suponer que en su tarea de defender cosas distintas o alternativas, no hay razón para que de forma, al menos implícita, tengan ya todo archiestudiado.

En Zamora, a parte de los proyectos de futuro, es de suponer que los afamados grupos “presentes en las instituciones”, también estarán “discurriendo” a quien presentan ante la ciudadanía para regir los destinos del ayuntamiento.

No se sabe si tal tarea está siendo, o no, ardua, para gentes tan entregadas.

Lo más fácil es que se estén “rompiendo la cabeza” buscando al mejor hombre (se admiten apuestas a que ninguno “rebusca a la mejor mujer”).

Pues bien, vivan en sosiego y reposo estas buenas gentes porque por una vez en la historia lo tienen fácil.

Esta ciudad necesita como alcalde a alguien que simplemente sepa “hacer la O con un canuto”.

Puede que nunca se haya necesitado otro tipo de persona y por eso las cosas van como van, están como están y asustan como asustan.

Por estos pagos hay una deuda, no certificada pero tampoco desmentida, de cuatro mil millones de pesetas de curso legal.

Pues fíjense lo que hubiera hecho un alcalde que sencillamente hubiera sabido hacer una 0 con un canuto.

En donde estaba el campo de fútbol viejo, con quinientos millones, se hubiera completado un coquetón estadio, amén de unas  instalaciones adyacentes de carácter deportivo, municipal y popular.

Hoy, no es ese el panorama, ni muchísimo menos.

En el magnífico solar de la Vaguada, con quinientos millones, se hubiera realizado un esplendido parque urbano que aderezado con todas las atracciones infantiles que se han injertado en un bosque natural como Valorio, sería el lugar necesario e idóneo, de recreo, para las amplias barriadas de trabajadoras y trabajadores de S. Lázaro, S. José Obrero, Pena Trevinca, Plaza de Toros, Ronda de la Feria,...

Hoy en ese lugar han puesto un campo de fútbol de chichinabo.

Con mil millones se hubiera construido una circunvalación por el este de la ciudad, que alejara peligros, incomodidad y tráfico, y que generara suelo industrial.

Hoy en Zamora se ha renunciado a una carretera exterior. Con quinientos millones se hubiera hecho emerger una atractiva zona verde entre el Duero y la carretera de la Aldehuela, que tentara a detenerse en ella a los numerosos viajeros que utilizan la Ruta de la Plata.

Con otros quinientos millones, Cardenal Cisneros se habría convertido en un bello bulevar, que conduciría, en real paseo, a los Tres Arboles.

Como sobraría dinero, todas las calles y lugares serían retocados.

 Con mil millones se habrían pavimentado barrios, construido el matadero nuevo, iluminado murallas, etc.

Y con los quinientos millones que sobran se podrían haber comprado miles de canutos, para asegurarse de que los próximos ediles se limitarán a hacer la O con un canuto.

FRANCISCO MOLINA. El Correo de Zamora. Años 80 del SXX