IGUALDAD VIENE DE IGUALES

                                   IGUALDAD  VIENE  DE  IGUALES

-Qué magnífica la chiquillada del Colegio “El Pinar” de Benavente, que además tienen la suerte de contar con un equipo docente, por no hablar de Lina la cocinera y reina de la tarta por la Constitución, que ha discurrido que lo mejor es que en vez de que se les verborree sobre el tema cada año, únicamente se les comente un artículo por aniversario.

-Ah! Si, creo que además, según la cuestión a tratar, llaman a alguien que tenga algo más que ver con el asunto; y así por ejemplo un año reclamaron la presencia del Director de “La Opinión -el  Correo de Zamora”, para hablar de la libertad de expresión.

-Calla hombre, no me hables del Paco García este, que nunca le perdonaré que la noticia de que habían detenido a uno saltando el muro de la cárcel ¡tratando de entrar!, no lo pusiera en primera plana y lo dejara para atrás.

-Bueno pues me callo, pero ¿por qué me hablabas tan bien de las niñas y los niños de ese colegio?

 -Quiero hablarte muy bien de ellos,  porque me apetece que estén contentos, pero te podría hablar bien de toda la chavalada de esa edad porque en verdad que son todos iguales.

-Deduzco que este año les tocó que les contaran el artículo de que todos somos iguales ante la Ley.

-Deduces bien que por lo que conozco fue ese el tema y por lo que me han contado descubrieron con regocijo que era verdad lo que ya sabían, que todos somos iguales.

-Entiendo lo paradójico, explicar a los niños lo que ya saben es chocante. Y para cualquier criaturita, que blancos y negros, que ricos y pobres, que los del Barxa y el Madrid, que creyentes y ateos, que las chicas y los chicos, son idénticos es de una evidencia absoluta. Somos los mayores los que luego inventamos motivos para “marcar la diferencia” que no existe.

-El espejo mágico que ya todos aquellos cativos tienen en casa, gracias a la frase “mismos derechos pero distintos deberes”, les enseñó a ver que la razón por la que somos iguales se basa en que necesitamos lo mismo, estar sanos y pasarlo bien; que eso es lo que quieren hasta los que no saben lo que quieren.

-Me convence lo que dices, incluso eso de que quienes la liamos somos los mayores, contando luego que hay diferencias donde, como no las hay, se las inventan.

-Pues así es, y luego claro, hay que educar en valores para contrarrestar meteduras de pata anteriores. Toma por caso el asunto actual de que se defienda que hombres y mujeres son diferentes.

-Bueno es que tú Gobierna, en cuanto veleta hembra, y yo Peromato, en cuanto veleta macho somos distintos.

-Que tu seas un zote no significa que seamos distintos; recuerda que lo que nos define como igualitos es que ambos queremos larga y buen vida, y lo demás son anécdotas,; como muy bien lo explica el espejo mágico de los alumnillos del Colegio de “El Pinar”. Mira, si coges un tomate lo metes en la nevera, y otro lo dejas fuera, y echas un vistazo al cabo de una semana, verás dos tomates distintos. Pero ¿son diferentes?

-No claro; lo que ocurre es que si las circunstancias han sido distintas la apariencia que presentan es diferente. Y uno aparecerá medio pocho y el otro estará más lozano. 

-Pues eso pasó con hombres y mujeres; a nosotras nos sometisteis ala intemperie del machismo y por eso presentamos aspectos psicológicos distintos, pero somos iguales, queremos también larga y buena vida.

-Pues corrigiendo sólo el lenguaje sexista no se si lo lograréis, que el mensaje ideológico machista está en que Papa Noel, los Reyes Magos, el hijo de Dios, etc. son tíos. E incluso que el esposo pueda decir “mi mujer” lo dice todo y nadie protesta.

                 FRANCISCO  MOLINA