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Este es el grito de alegría –iupi- que hay que dar y que se dio desde estos pagos, nada más conocer la noticia de que el Ministerio de Defensa había soltado el célebre cuartel Viriato, de la no menos célebre reivindicación zamorana.

Y, qué a tiempo ha estado el Gobierno al rendirse, pues ya daba hasta vergüenza volver a hablar de estas cosas.

Ustedes, lectores queridos, ya debían empezar a estar «hasta las narices» de la guerra de marras, y esa sospecha agarrota la pluma más pintada.

Así que, victoria justa y a tiempo.

A tiempo porque como las hojas de otoño cayó en él, y justa porque se consiguió por los pelos o sea, de forma muy ajustada.

La rendición de los rodeados ha sido todo lo contrario a una rendición sin condiciones, es decir, ha sido una rendición con condiciones y Zamora -como todas las villas- hay que suponer que está entre las muy nobles y muy leales y por tanto aceptó las condiciones.

Y es que, como condiciones, son muy simpáticas; ya verán:

-Como se les pedía que reconocieran el hecho de que la propiedad era del pueblo zamorano, eso han preferido no tocarlo (el registro de la propiedad sigue pues diciendo lo mismo) pero los perdedores le han vendido al Ministerio de Educación el usufructo, en plan de decir, con que no podíamos, eh?, pues tomar.

Así se creen que se han salido con la suya.

Se equivocan, salvo que salirse con la suya para determinados señores sea salirse por la tangente; lo que no extrañaría mucho.

-Otra condición, chocante de por sí, consistió en que como pedían dinero para Defensa, pues a por él, caiga quien caiga.

Y a los que han hecho que cayeran han sido a los del Ministerio Social de Educación y Ciencia. Les han sacado ochocientos millones. Pero hay que comprenderles: lo del Golfo del petróleo se está pagando caro y, naturalmente, con esas pesetillas se puede conseguir, a lo mejor, que pueda estarse dos días más de fragatada de guerra (de qué dimensión será el tema que al último congreso del partido mandante le llaman el del guerrismo).

-La última condición, que la ponían los mismos, pero con otra mano (el MEC), es hasta tierna.

Para reírse de la Coordinadora Ciudadana para la Recuperación del ex-cuartel y de las autoridades pertinentes (impertinentes), le han pasado -sin contar con nadie de la ciudad- el cuartelón al Ministerio dicho, en plan ¿veis? os puse los cuernos; pero claro, ahora, toditos los gastos, todaza la responsabilidad, y toda la tarea de llenar eso de estudios universitarios pasa a ser del Ministerio citado, con lo que encima el Ayuntamiento no gasta un duro.

Final, pues, feliz, a pesar de cierta falta de educación, más ¡albricias!, porque al fin y a la postre, una vez y de nuevo, se vio que “Dios escribe derecho con gobiernos retorcidos”

 FRANCISCO MOLINA MARTÍNEZ. Publicado en El Norte de Castilla el 4 de Diciembre de 1990