ESCULTURAS
-La provincia de Zamora está bien dotada de mujeres esculturales, que no en vano las lugareñas son muy atractivas, sin embargo lo que se echan de menos son estatuas, esculturas, arte en las calles.
-De esto último, algo oi en el entierro de Ramón Abrantes, el escultor.
-Un tipo de un pieza, que esculpía en todo tipo de material y que por intentar esculpir lo intentó hasta con la piedra rocosa de esta sociedad zamorana, pétrea como ella sola.
-Dicen que era de izquierdas por libre, sin dios por fuerza, escultor de desnudos por estética y rompedor por principios; que fíjate, según leí en una esquela de este periódico, vivió desde hace más de 50 años con una mujer sin necesidad de “pasarla por agua bendita”.
-Dicen que se llama Piedad; ¡premio! al vivir con alguien así, que hace 50 años el número uno de los 40 principales era el “no estés eternamente enojado, perdona a tu pueblo Señor”.
-Pues hablando de lo que hablamos, si vas a las Edades del Hombre en Ciudad Rodrigo, no te pierdas la Virgen de la Oreja.
-Nunca he oído hablar de ella.
-Porque no hay ninguna; pero proviniendo de un pueblo de Avila-¿Riofrío?-hay un cuadro de estilo flamenco, más bien pequeño, con siete u ocho personajes. Se refiere al periodo de “la anunciación”, o sea cuando le comunican los ángeles a la Virgen que está embarazada.
-Menudo “anuncio” ¿no? . Porque ¿y San José?.
-Pues de eso va el cuadro; como la esposa de José fue madre sin romperse ni mancharse, se entera de que va a ser madre por el oído.
-Y ¿qué?.
-Pues que el autor del cuadro lo que hace es representar a la Madre de Dios con una oreja más grande que la otra; lo suficientemente más.
-Qué bobada.
-Tú, amigo Peromato, ve a ver el cuadro y acércate a la oreja.
-El arte es muy libre, y creo Gobierna, que lo que nos dejan ver no es ni la punta del iceberg de lo que hacen surgir los artistas de sus manos. Mira, me han dicho que en París, en el Museo de Orsay hay un cuadro realista, como del siglo XVIII o XIX, que muestra un sexo de mujer con pelos y señales, un verdadero bodegón de anatomía. ¿Quién lo diría, en esa época?
-Yo, en cuanto pude, me fui a la Diputación a ver la escultura que allí hay en el patio, en la fuente de Abrantes, ¡canela pura! Y me dije, en Zamora y en otras localidades de esta tierra, hay que sacar el arte a la calle. Más fuentes y más esculturas de nuestros artistas, u otros, si aquellos no responden.
-¿Viste la de este verano en la Plaza Mayor de Salamanca? Increíble, un desnudo gigantesco de un hombre abatido y en postura fetal. Servía para fotos de recuerdo, para jugar los niños, para agradecerlo la vista. Me entraron ganas de que la compraran para la Plaza de Hacienda de Zamora, que por cierto la podría pagar la Agencia Tributaria, que eso para ellos no es nada.
-No debe haber una plaza sin su escultura, ni un desierto sin su fuente, ni un año nuevo sin una exposición que nos permita a todos disfrutar de lo que nos dejó hecho el bueno de Abrantes, compa en la búsqueda de ese aire que invita respirar a fondo.
- Que los que saben tiren del tema, por “piedad”.
FRANCISCO MOLINA, Publicado en La Opinión de Zamora el 31 de Agosto del 2006
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