EN BUENA HORA

EN BUENA HORA

Sr. Director:

Enhorabuena a todos porque, una vez más, hemos resuelto nuestras discrepancias políticas a “papeletazos” y no a a tortazos.

Aparte de esto, conviene, tal vez, que repasemos otras evidencias.

En la precampaña electoral una emisora organizó un debate sobre “cuneros, si o no” (cuneros son los candidatos que vienen de fuera).

Triunfó la tesis de “cuneros, si”, porque “es preferible que nos representen gentes mejor preparadas, aunque no vivan en la provincia”.

Bien, pues de los cuatro congresistas que la ley otorga a Zamora para ser representada en el Parlamento, hemos elegido a tres que una vez demostraron estar “mejor preparados”, nos han dicho adiós hasta nuevo aviso.

Menos mal que uno de ellos se paseaba con un explícito Volvo, o sea, que se van, pero “volvorán”:

Salvo que algún residente este mejor preparado para dentro de cuatro años, que todo es posible.

Otra cuestión que merece tenerse en cuenta es que “el criticar al Gobierno, aunque sea socialista”, es lo elemental de cualquier democracia, ya que, si no es porque consideras que tu grupo lo puede hacer mejor o menos mal, ¿con qué cara presentas una oferta electoral distinta?

Con otras palabras ¿tendría derecho à presentarse a las elecciones un partido que considerara que el Gobierno de turno lo ha hecho todo bien?

Parece que no, porque si no ves criticable la gestión de un Gobierno y te presentas a unas elecciones al margen del partido que lo apoya, lo que haces es querer que los que confían en ti vayan por la cuneta del buen camino, en vez de por éste.

Y, por último, un breve análisis sobre la disputa “Gobierno Socialista-Izquierda Unida”.

Los hechos han demostrado dos cosas: una, que Izquierda Unida no roba, ni lo pretende, votos al PSOE.

Izquierda Unida ofrece una alternativa para aquellas personas que no están contentas, ni a gusto, con lo que les dio “el cambio del cambio”, y esas personas no son votantes del PSOE..., observen, si no, cómo en Zamora ni sumando al PSOE los votos obtenidos por Izquierda Unida conseguían recuperar ni el primer lugar ni los senadores perdidos.

Sin embargo, si Izquierda Unida hubiera logrado conectar con esas diecinueve mil personas que votaron en el 82 y ahora prefirieron “no volverse a dejar tomar el pelo”, nos parece que todo hubiera sido mejor para la política de izquierdas.

No obstante, enhorabuena para los vencedores, tila para los perdedores y democracia para todos.

Francisco MOLINA. El Correo de Zamora. 1987